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Motivos para perder la custodia de un hijo: cómo actuar para proteger el interés del menor como madre o padre

La posibilidad de perder la custodia de un hijo es uno de los problemas más difíciles y delicados a los que un padre o una madre puede tener que enfrentarse tras un divorcio.

No sería la primera vez que un cliente me pregunta qué hacer cuando el otro progenitor no se está ocupando de los hijos comunes o cómo o quitar la custodia compartida.

El bienestar de los hijos menores está por encima de todo, y gozan de la máxima protección jurídica, por ser los principales perjudicados en estos procesos.

¿Qué debes tener en cuenta si estás pensando en quitar la custodia de tu hijo o hija al otro progenitor?

➡️ Primero, antes de dar un paso tan complejo y duro, debes analizar muy bien tu situación y la de tus hijos. Esta decisión no pude tomarse a la ligera.

➡️ Segundo, no es sencillo conseguir que un padre o una madre pierda la custodia de sus hijos. Hacen falta pruebas, testigos, e iniciar un proceso donde van a intervenir el fiscal, los servicios sociales, y el propio Juez que será quien tome la decisión.

➡️ Tercero, en una situación tan delicada, es fundamental que te apoyes y asesores con un abogado especialista en Derecho de Familia que te inspire confianza y cercanía. La parte legal es importante, pero la humana también.

Si te crees que tu expareja reúne motivos para perder la custodia de tus hijos, en Fernando Fuertes Abogados podemos ayudarte como especialistas en temas de familia.

motivos para perder la custodia de un hijo

En el ámbito del Derecho de Familia, el interés de los hijos menores es el valor que más se protege y cuida.

Por eso cualquier actitud, comportamiento y conducta de un padre o una madre que ponga en peligro su seguridad y bienestar tanto físico como emocional es motivo para perder la custodia de sus hijos.

¿Es igual perder la custodia que perder la patria potestad?

No, no es igual.

La patria potestad es un conjunto de derechos y deberes que ejercéis ambos progenitores, os hayáis divorciado o no, e implica la representación general y la administración de los bienes de los hijos menores de edad.

La custodia de los hijos, en cambio, se refiere al día a día de la convivencia con ellos.

En un proceso de separación o divorcio, lo habitual es que la patria potestad se comparta por ambos progenitores, mientras que la custodia se atribuya al padre, a la madre o a ambos de manera compartida.

El punto de partida para perder la custodia de un hijo

Es cierto que, en términos generales, la mayoría de los progenitores cuidan y velan por sus hijos.

Los menores no pueden verse afectados por las malas decisiones o comportamientos de sus padres, y la base jurídica para garantizar su desarrollo personal y emocional adecuado es proteger su interés por encima de todo.

No es nada sencillo retirar la custodia a un padre o a una madre.

Porque esto vale para ambos progenitores, aunque en mayor medida se atribuya a las madres la custodia en los procesos de divorcio, pero ellas también pueden perder ese derecho.

En estos casos es el padre quien tiene que demostrar con pruebas reales que la madre no está en condiciones físicas, mentales, económicas o cualquier otro motivo para perder la custodia del menor.

¿Podrían perder la custodia ambos progenitores?

La respuesta es SÍ, si ambos cumplen a la vez alguno de los motivos para ello, siendo este uno de los casos más complejos y delicados que pueden darse.

En estos procesos interviene, además del Juez, psicólogos, los servicios sociales y el fiscal, al haber menores.

Todos ellos tienen que valorar la situación a partir del derecho de los hijos a estar con sus padres, pero también pensando siempre lo mejor para el interés de los menores.

De esa forma, si a la vista de las pruebas llegan a la conclusión de que resulta perjudicial que los hijos convivan y estén en contacto con sus padres, el Juez puede retirar la custodia a ambos a la vez, en cuyo caso los menores pasan a depender de los servicios sociales.

Los servicios sociales integrados por trabajadores sociales y psicólogos infantiles se ocupan de garantizar el bienestar y la seguridad de los menores, pudiendo ocuparse de su tutela de modo provisional o permanente, según cada caso.

Los motivos para perder la custodia de un hijo más habituales

Aunque cada familia es diferente y hay que valorar cada caso en concreto con ayuda de un abogado de familia, estos son los motivos principales por los que un Juez puede quitar la custodia a un padre o una madre:

Tener un estilo de vida desorganizado y una conducta que afecta la estabilidad de los hijos

La prioridad siempre es que los menores vivan en un hogar estable y con un orden, rutinas y organización.

Si la conducta del progenitor afecta a su bienestar, bien por el estilo de vida que lleva, o bien por su conducta inapropiada o incluso peligrosa, es posible perder la custodia.

También podría perderla si el progenitor tuviera una nueva pareja y es esta quien pone en peligro esa estabilidad de sus hijos.

No atender a los hijos, o desatenderlos en su día a día

Los menores necesitan estar cuidados en su vida diaria, y esto implica atenderlos en todo lo relativo a su higiene personal, alimentación, atención médica, y escolarización (es obligatorio que estén escolarizados).

Por ejemplo, las faltas reiteradas al colegio sin motivo ni justificación alguna, motivadas por la dejadez del progenitor que no se ocupa de que el menor acuda a clase con regularidad para mantener el ritmo, puede ser motivo de perder la custodia.

Haber cometido un delito e ingresar en un centro penitenciario

Si el progenitor resulta condenado por delito y tiene que ir a la cárcel, la custodia de sus hijos pasará de inmediato al otro progenitor, si lo hay y si está en condiciones de ocuparse de ellos.

Si no es así intervienen los servicios sociales que se hacen cargo de los menores en estos casos.

Cambios de residencia que afecten a la estabilidad de los hijos

Este motivo suele ser habitual por cambios laborales o profesionales del progenitor, que se vea obligado a marcharse a vivir a otro lugar, o también en caso del progenitor tener que estar viajando de forma más o menos constante.

En estos casos hay que valorar si estos cambios drásticos de residencia o viajes constantes afectan a la vida del menor y a su equilibrio emocional.

Si se va a ver alterada la estabilidad social y familiar, y el entorno educativo del menor que sufre por esos cambios, puede ser motivo para perder la custodia.

Las adicciones o consumo por el progenitor de sustancias ilegales que afectan a su conducta

Abusar del alcohol, las drogas o tener, por ejemplo, una grave adicción al juego, son motivos suficientes para que un Juez decida retirar la custodia a un progenitor.

No obstante, es necesario demostrar en estos casos que estas adicciones del progenitor están afectando al cuidado y atención a los hijos, perjudicando su estabilidad emocional. 

Hay que tener cuidado al alegar este motivo, porque un progenitor puede consumir alcohol, por ejemplo, pero no descuidar por ello la atención a sus hijos, con lo que no podría alegarse esta causa para retirarle la custodia.

Si el hábito de consumo no es grave, ni afecta al cuidado del menor, este motivo no prosperaría para retirar la custodia.

Ser condenado por abuso infantil, actos violentos o maltrato a menores

Hay muchas formas de abuso, y el infantil, sea físico o psíquico, es motivo suficiente para que un padre o madre pierda la custodia.

Muchos abusos a los niños se justifican como “disciplina” cuando en la realidad se trata de castigos corporales que suelen dejar rastro en los menores en forma de cardenales, cicatrices, o heridas.

El maltrato infantil, que muchas veces proviene que un trastorno mental del progenitor, y que se traduce en agresiones y violencia con sus hijos, es motivo suficiente para retirarle la custodia.

Manipular a los hijos para ponerlos en contra del otro progenitor

Este motivo se denomina “síndrome de alienación parental” y por desgracia es bastante habitual en los divorcios contenciosos donde los cónyuges se llevan mal y utilizan a los hijos como arma arrojadiza.

En estos casos, un progenitor manipula a sus hijos en contra del otro, manejándole emocionalmente con comentarios despectivos e hirientes.

De esta forma pretende conseguir el rechazo del menor hacia el otro progenitor y destruir su relación, lo que puede provocar en el niño un trastorno mental muy peligroso.

Este motivo para perder la custodia de un hijo se aplica por los Tribunales en muchos procesos de modificación de medidas pese a no contemplarse expresamente en nuestro Ordenamiento Jurídico.

A modo de resumen, es muy importante tener en cuenta que cada divorcio es diferente, y el motivo para perder la custodia de un hijo tiene que demostrarse claramente para que un Juez lo estime en un proceso de modificación de medidas.

En estos asuntos tan complejos y a la vez delicados, es fundamental que tengas el asesoramiento de un buen abogado de Derecho de Familia, y nosotros podemos ayudarte.

Te invitamos a contactar con nosotros para una consulta sin compromiso. 

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